- Más de un año perdido con los trabajos para la implantación del nuevo sistema.
UPTA considera una pésima decisión del Gobierno que no se aplique el IVA de franquicia a los autónomos con facturación inferior a 85.000€ anuales.
El grupo de trabajo puesto en marcha por el Ministerio de Hacienda, agentes sociales y las organizaciones representativas de trabajadores autónomos lleva tratando este tema desde el 27 octubre del 2022, el objetivo de éste es modificar la fiscalidad del colectivo, desarrollar e implementar la factura electrónica y poner en marcha una regulación fiscal más laxa en cuanto a la simplificación administrativa.
En este contexto, desde UPTA hemos venido trabajando con el resto de las organizaciones y agentes sociales, así como con la propia administración, para hacer efectiva la transposición de la Directiva Europea 2020/285 de la UE. Además, este grupo de trabajo debería buscar la equidad real en la carga tributaria que soportan los autónomos con relación a las deducciones fiscales que disfrutan las sociedades en nuestro país.
Eduardo Abad, presidente de UPTA, “es imprescindible que el Gobierno de España ponga en marcha los mecanismos necesarios para corregir la brecha fiscal que existe entre el autónomo persona física y las sociedades. Los trabajadores autónomos siguen siendo la cenicienta de la economía, meros recaudadores de impuestos y contribuyentes de segunda categoría, sobre todo para establecer ventajas fiscales que les pudieran hacer más llevadera la carga tributaria, o a la hora de aliviar los trámites burocráticos a los que se enfrentan los más de dos millones de trabajadores por cuenta propia. Es un auténtico disparate que los grandes empresarios de nuestro país puedan acceder a deducciones fiscales en el impuesto de sociedades que un autónomo que declara a través del IRPF jamás podrá obtener.”
El presidente o los miembros del consejo de administración de una gran cadena de supermercados de ámbito nacional, o cualquiera que represente a esa empresa, puede deducirse comidas de trabajo por un importe económico que un autónomo en toda su carrera profesional nunca llegaría a gastarse, comiendo el menú del día valorado en 15€, es más, un autónomo, hoy en día, no puede deducirse ni siquiera esos 15€ cuando por el desarrollo de su actividad tiene que comer fuera de su domicilio.
Esta es la verdadera brecha fiscal de un país en el que nuestro colectivo es el 92% del tejido productivo, pero que, sin embargo, solo representa el 20% del PIB.