- Las acciones de algunos fabricantes de calzado en España son la causa principal de la desaparición del pequeño comercio del sector.
- UPTA España y la Asociación Nacional del Comercio de Calzado se reúnen mañana miércoles 28 de mayo con la CNMC, Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
El pequeño comercio de calzado está sufriendo una crisis profunda. En los últimos años, más de 4.000 establecimientos especializados han cerrado sus puertas en España. Actualmente, solo permanecen activos, según el INE, 7.398 comercios dedicados al comercio al por menor de calzado, una caída preocupante frente a los más de 12.000 comercios que existían hace una década.
La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) y la Asociación Nacional del Comercio de Calzado (ANCC) denuncian de que esta situación es una de las consecuencias directas de las prácticas comerciales de muchos fabricantes nacionales, que están debilitando de forma grave al canal tradicional de distribución. Ambas entidades se reunirán mañana con representantes de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para alertar de esta situación tan preocupante.
Durante décadas, el modelo comercial del sector se ha basado en que los comerciantes minoristas adquieran los productos de temporada con aproximadamente un año de antelación, realizando importantes inversiones económicas que deberían recuperar a lo largo de la campaña correspondiente. Esta dinámica, hasta ahora habitual, permitía una planificación estructurada y aseguraba la rentabilidad de los pequeños comercios.
Sin embargo, numerosos fabricantes han comenzado a vender directamente al público a través de sus propias páginas web y plataformas digitales, aplicando descuentos incluso antes de que comience oficialmente la temporada o muy al principio de esta. Estos precios reducidos, en muchos casos por debajo del coste de adquisición de los minoristas, dejan a los comercios sin capacidad de competir ni margen de beneficio.
Desde UPTA y ANCC consideramos que esta actuación rompe la cadena de distribución de forma unilateral y fraudulenta, y tiene un único perjudicado: los autónomos y pequeños comerciantes que sostienen el tejido económico local en cientos de municipios españoles.
Eduardo Abad, presidente de UPTA España, señala que “los que presumen de la marca España, del calzado fabricado en nuestro país, deberían proteger a su mejor aliado: el comercio minorista, que ha sido y seguirá siendo el principal motor de la economía local. El pequeño comercio ha sido el canal principal de las ventas del calzado español, vendiendo la excelencia de nuestros productos. y son precisamente las marcas de fabricantes nacionales quienes deberían reaccionar al ver que se está hundiendo el canal que durante años les ha dado valor y mercado”.