• UPTA España denuncia el nuevo aplazamiento de veri*factu: un nuevo motivo de desconfianza y seguridad para los trabajadores autónomos. Para Eduardo Abad, “parece que no hay nadie al volante”.

La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) manifiesta su malestar y preocupación ante la decisión del Gobierno, adoptada hoy en Consejo de Ministros mediante Real Decreto-Ley, de retrasar la entrada en vigor de VERI*FACTU: enero de 2027 para empresas y julio de 2027 para las personas trabajadoras autónomas. UPTA considera que este nuevo cambio de calendario, tras meses de anuncios y ajustes, incrementa la sensación de improvisación, genera inseguridad y rompe la confianza del colectivo, que está harto de soportar decisiones que se plantean, se anuncian y después se corrigen sin una hoja de ruta estable.

VERI*FACTU nació como una herramienta diseñada para combatir el fraude, reforzando la trazabilidad de la facturación a través de sistemas informáticos que generan registros seguros por cada factura emitida. Para miles de pequeños negocios y profesionales, su implantación implica cambios relevantes en la gestión diaria: adaptación tecnológica, actualización de programas de facturación, ajustes de procedimientos internos, aprendizaje y, sobre todo, costes directos e indirectos que no siempre se pueden asumir con facilidad en un contexto de márgenes estrechos y alta presión administrativa.

UPTA advierte de que el enfoque del sistema, tal y como se ha planteado, corre el riesgo de cargar el peso del control sobre quienes ya cumplen con la ley. La realidad es clara: los profesionales que no emitían facturas seguirán sin hacerlo si no se acompaña la medida de actuaciones eficaces de inspección y control sobre la economía sumergida. Por eso, retrasar la aplicación y prolongar la incertidumbre no solo no resuelve el problema, sino que agrava la desigualdad entre quienes cumplen, y quienes operan fuera de la legalidad.

UPTA recuerda que esta situación alimenta un clima de decepción e inseguridad muy similar al vivido con otros cambios recientes que han afectado directamente a los autónomos, como el debate de la subida de las cotizaciones, con modificaciones sucesivas que han generado desconcierto y una sensación generalizada de que “nadie está al volante”. UPTA insiste en que el colectivo necesita certidumbre, plazos realistas, comunicación clara y un marco de apoyo que evite que la modernización se convierta en un problema más.

Para Eduardo Abad, presidente de UPTA, “Es un auténtico despropósito plantear obligaciones, empujar al colectivo a adaptarse y, después, dar marcha atrás. La lectura que se puede hacer de situaciones como esta es que las decisiones se toman de forma improvisada. Esta forma de actuar solo genera desconfianza, inseguridad y un hartazgo enorme en el colectivo. En un momento como el que vivimos, donde los indicadores económicos son positivos, no podemos decepcionar ni crear inseguridad en temas fundamentales para los trabajadores autónomos”.