Desde UPTA, exigimos al Ministerio de Hacienda la modificación urgente de una de las mayores injusticias fiscales que sigue padeciendo nuestro colectivo. Es inaceptable que aún no se haya cambiado el criterio de deducción sobre los gastos de manutención de los autónomos.
La Ley de Medidas Urgentes del Trabajo Autónomo de octubre 2017, artículo 11, que aprobó el anterior gobierno, continúa siendo una auténtica pesadilla para miles de trabajadores por cuenta propia que podría deducirse este gasto.
La sentencia del Tribunal Supremo, que contradice el criterio del Ministerio de Hacienda, que reconoce el derecho a deducirse los gastos de comidas de trabajo con sus clientes, no modifica en nada la situación que atraviesan los autónomos que tienen que comer fuera de su domicilio por su actividad económica. La sentencia únicamente habla de la deducción de los gastos cuando se produce una comida de trabajo con un cliente y de los obsequios que se realicen al mismo.
Pero la verdadera anomalía se produce en la interpretación que continúan haciendo los inspectores de hacienda sobre los gastos deducibles de manutención unipersonal.
Es inconcebible que sigamos hablando de este asunto que tendría que estar resuelto desde el año 2017 y que se anunció a bombo y platillo, resultando ser un fiasco en toda regla del que algunos prefieren no hablar.
Lo mismo ocurre con la deducción por gastos de suministros que afecten al domicilio y en los que incurran las personas trabajadoras autónomas en el ejercicio de su actividad económica. Recordemos que se calculan en proporción a los metros de la vivienda afectos a la actividad, con un límite sobre la cuantía resultante de la aplicación del 30%, lo que se traduce en un gasto deducible en suministros del 9% como máximo.
Eduardo Abad, presidente de UPTA, “son dos cuestiones que han resultado un engaño y que han quedado en el olvido y de las que son también culpables los actuales dirigentes de la cartera ministerial. No se trata simplemente de un asunto de justicia fiscal, se trata de acabar con la tomadura de pelo permanente que sufren los trabajadores por cuenta propia, es una cuestión de decencia política”.
Ahora se plantean modificaciones fiscales por parte del Ministerio de Economía para la constitución de nuevas empresas, que se beneficiarán de un descenso durante cuatro años en el impuesto de sociedades, pero no se está poniendo encima de la mesa la ansiada reforma fiscal del trabajo autónomo, uno de los grandes asuntos pendientes.