Pese a los altos datos de destrucción de estos sectores, el año termina con datos positivos en el RETA, 2.320 activos más, concluyendo el año con 3.271.408 autónomos afiliados al sistema.
Eduardo Abad presidente de UPTA “Sin duda alguna los datos de pérdida de empleo autónomo no han sido peores gracias a las ayudas que desde las administraciones se han puesto en marcha a lo largo de este pasado ejercicio”.
Concretamente el Cese de Actividad ha sido el principal apoyo de la afiliación al sistema, puesto que más del 55 % de los autónomos españoles se han acogido a esta prestación.
También en algunas comunidades autónomas se han puesto en marcha ayudas al colectivo que han sido cruciales para el mantenimiento de la actividad. Este es el caso de Galicia, de la Región de Murcia o Asturias, que así han podido amortiguar los datos negativos.
Pero la realidad más cruda se vive en los sectores relacionados con el turismo y comercio. La falta de medidas directas sobre estos sectores ha obligado al cierre de miles de establecimientos. La falta de actuaciones de rescate y de incentivación del consumo están detrás de la trágica desaparición de pequeñas actividades.
Es inasumible que desde el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo no se pusiesen cortafuegos específicos para tratar de aliviar la trágica situación de los dos principales sectores del trabajo autónomo que suman más de un millón de activos.
Desde UPTA hemos insistido a los responsables de este Ministerio de la necesidad de adoptar medidas de urgencia para tratar de paliar la penosa situación que atraviesan estos autónomos, sin que hasta la fecha tengamos éxito en nuestras reivindicaciones.
Del mismo modo, hemos manifestado repetidamente al Ministerio de Hacienda la necesidad de encontrar incentivos al consumo en estos sectores, a través de bonificaciones fiscales y otros mecanismos que podrían haber incrementado la facturación y con ello haber salvado gran parte de los negocios que hoy ya se han perdido.
Concretamente el sector del comercio ha perdido 10.180 actividades, la pequeña hostelería 4.885 y las actividades manufactureras 4.775. Sin duda alguna la crisis de la COVID19 se ha cebado en estos sectores, más vinculados al consumo diario de la población.
Además, esta situación económica hace mella en comunidades autónomas con un mayor grado de dispersión poblacional. Catilla y León ha perdido en este periodo 2.586 autónomos, seguida de Aragón con 1.630, Galicia también ha perdido 1.431, País Vasco 1.349 y Catalunya 1.024. Por el contrario, las comunidades autónomas con más crecimiento son Andalucía con 9.060, País Valenciano 1.920 y Región de Murcia 1.153.